El sentido de la cultura en el universo de la creatividad compartida
La fundación, constituida en 2013, recibe el nombre de Bunka, que significa ‘cultura’ en japonés, reflejando su vocación cultural y el vínculo con la sensibilidad japonesa que sus fundadores han cultivado a lo largo de los años. Si sus raíces se inspiran en la belleza del paisaje de la Garrotxa, la visión japonesa de la naturaleza les ha dado alas, reafirmando que el paisaje es un elemento transversal y esencial.
La etimología de Bunka combina dos kanjis: 문화.文 (bun) significa ‘oración’ y ‘arte’, y 化 (ka), ‘cambio’, una metáfora de un mundo en constante transformación. En una era de complejidad e incertidumbre, la creatividad, desde la observación de lo esencial, se convierte en una respuesta.
Por otra parte, el término cultura, del latín cultus, remite al acto de habitar, cultivar, cuidar y honrar. Así, arquitectura y paisaje se encuentran en la raíz misma de la cultura: la arquitectura como hábitat, el paisaje como tierra transformada por el ser humano. Estas nociones adquieren un significado especial dentro del propósito de la fundación: fomentar la valoración de la arquitectura, el paisaje y, por extensión, las artes y la cultura en general.
Como entidad sin ánimo de lucro, la fundación custodia, difunde y preserva el Fondo RCR Arquitectes mediante exposiciones, publicaciones y visitas guiadas. Además, acoge fondos especiales, como el del artista Jesús Vilalta i Güell, padre de Ramon Vilalta, así como piezas de la antigua fundición Barberí, conformando un pequeño museo. También conserva el archivo completo del fotógrafo Hisao Suzuki, donado en 2021 con el propósito de reunir, inventariar, custodiar y divulgar su legado. Este archivo reúne 45.000 fotografías de arquitectura contemporánea mundial desde 1986, además de un valioso conjunto de 1.000 fotografías dedicadas a iglesias románicas, el modernismo y la cocina. El proceso de inventariado y organización del material fotográfico es supervisado por el propio autor.
Asimismo, la fundación organiza talleres de arquitectura, fotografía, danza y filosofía, promoviendo la percepción sensorial del espacio. Desde 2008, se imparte el RCR Summer Workshop en el Espacio Barberí y, desde 2017, se desarrollan durante todo el año los Workshops en RCR La Vila en el Valle de Bianya, con el apoyo de instituciones y empresas. El RCR Programa Abierto complementa esta labor con conferencias interdisciplinarias. Además, el Espacio Barberí acoge festivales como Sismògraf (danza), Elmini (música) y Lluèrnia (arte lumínico), contribuyendo así a la descentralización cultural.
Con la creación del Centro para la Experiencia del Espacio en RCR La Vila, la fundación amplía su alcance con actividades que investigan y experimentan con el espacio. Así, se refuerza el binomio arquitectura y paisaje como núcleo generador de cultura, situando la creación entre habitar y construir nuestro futuro.